Ir al contenido principal

Crisis climática: Inteligencia climática

La primera vez que leí el término inteligencia climática fue en el libro ¿Qué es el cambio climático? (2017) del abogado y profesor de Ciencia Política Ivan Lanegra. Si bien, no nos brinda una definición exacta del término, al abordar en el capítulo final los desafíos que tenemos que atravesar como individuos y sociedad para hacer frente al cambio climático, me pude hacer una idea de su posible definición. Dentro de este capítulo se explica las razones que crean obstáculos para empujar la agenda climática global, en particular, en países como el nuestro.

 

Nuestra psique humana tiene algunas características a lo cual tenemos que prestar atención para tratar de comprender el porqué de nuestra inacción frente a la crisis climática. A continuación, describo cuatro de estas.

 

La distancia temporal

La primera de ellas es lo que se podría denominar como distancia temporal. Actuamos más pronta y rápidamente por las demandas del presente que por las que exige el futuro. Hay una ‘distancia temporal’ en nuestra mente cuando pensamos en términos a futuro. Por lo tanto, nuestra capacidad para invertir en acciones a largo plazo nos cuesta más, puesto que los beneficios tardaran en recibirse o quizá no lleguemos a recibirlos. Incluso, si los recibimos, podríamos no ser conscientes de estar disfrutando de ellos.

 

El desafío de la lejanía

En segundo lugar, se encuentra el desafío de la lejanía [1]. Nos importa e interesa más aquello que se encuentra más cerca de nosotros (empezando por nosotros mismos), o aquello con lo cual nos identificados más o nos resulta más familiar. Un ejemplo de esto es que sentimos más empatía hacia personas que viven en ciudades occidentalizadas a diferencia de personas que viven en pueblos y comunidades alejadas de la ciudad, como los pueblos indígenas de la amazonia. Esto también se aplica a países y continentes enteros donde la cultura y costumbres se encuentran muy alejadas de las nuestras. Si vemos que el cambio climático o la contaminación afecta a dichos pueblos, comunidades o países esto no nos moviliza tanto como algo que si nos pueda afectar a nosotros o a nuestro entorno inmediato.

 

Ubicuidad

El tercero es el factor de la ubicuidad. El clima, el ambiente en su totalidad, está en todas partes y en ninguno a la vez. Más preciso seria decir que somos nosotros quienes nos encontramos dentro de este. A diferencia de la tierra que pisamos (la cual si pertenece a un determinado estado o país), el ambiente no es algo que se pueda ubicar en un solo lugar, es por ese motivo que nadie se siente responsable.

Debería de ser todo lo contrario y con mayor razón: si no pertenece a nadie, nos pertenece a todos, todos debemos sentirnos responsables por su cuidado.

 

Sesgos de percepción

Todos nos levantamos por la mañana, salimos hacia nuestras ventanas, vemos el clima y pareciera que las cosas no han cambiado en absoluto, pareciera que todo sigue igual y está bien. Sin embargo, al ver las noticias internacionales y ver otras partes del mundo es evidente que el clima está cambiando en su totalidad a nivel global.

 

Un sesgo es una inclinación hacia una determinada persona, cosa o idea. Existen algunos sesgos que la mente puede elaborar por la falta de información con respecto al cambio climático, haciéndonos creer que todo está o estará relativamente bien a lo largo del tiempo y que no llegarán a ocurrir desastres que no habían sucedido en el pasado, o solo ocurrirán los que ya sabemos que son frecuentes en una determinada localidad, región o país.

 

Definiendo la inteligencia climática

La inteligencia climática podría partir del hecho de poder ser conscientes de las características que tiene nuestra psique, para que así, no caigamos en la inacción, desinterés, falta de empatía o quizá en el peor de todos los estados de ánimo: la indiferencia.

 

Una primera aproximación a la definición de inteligencia climática podría ser la siguiente: la capacidad de poder prever o adelantarse a los sucesos dentro del tiempo, reconociendo cualquier espacio de tierra y los seres que lo habitan como algo cercano, propio de uno mismo; siendo consciente que uno también forma parte del ambiente en donde vive y viendo la realidad de manera objetiva, adoptando una actitud más racional en relación a lo que la ciencia nos sigue diciendo acerca del problema del cambio climático.

En conclusión: ser conscientes, desarrollar madurez y responsabilidad en nuestros actos como seres ‘racionales’ que habitamos este planeta.

 

Inteligencia climática en acción

La crisis climática ha dejado de ser algo que podemos remediar y revertir únicamente con acciones individuales como reciclar, reducir nuestro consumo o el consumo de carne de ganado. Esta crisis también se puede entender como una crisis política a nivel nacional y global, en donde los intereses personales, prioridades y la atención que brindan los políticos y los sectores de la industria con intereses en conflicto se superponen a este problema global que termina afectándonos a todos de una u otra manera. Tenemos que elegir partidos políticos, funcionarios públicos, congresistas y presidentes que pongan al cambio climático como una prioridad dentro de su agenda. Donde presenten un plan factible en cuanto a la mitigación, adaptación y gobernanza del cambio climático; proponiendo planes de contingencia específicos para los distintos escenarios que se están creando producto de estos cambios y para los fenómenos propios de la región que se agravan cada vez más como el fenómeno del niño. Tenemos que poner nuestra atención y vigilar la política ambiental de nuestro país, si se está realizando y aplicando como es debida o solamente es letra muerta.

 

La inteligencia climática implica capacidad de discernimiento, capacidad de saber elegir que nos conviene en el presente y de cara al futuro, pero, sobre todo, capacidad de acción sobre el estado actual de las cosas. Si para los políticos actuales la crisis climática no es una prioridad, tenemos que formar una masa crítica de personas que llegue a crecer lo suficiente para que haga de nuestras demandas una prioridad para ellos y para todo el estado. No hay más tiempo, debemos actuar ahora. El presente y nuestro futuro está en nuestras manos. 



Imagen tomada de MOCCIC



Ivan Lanegra


Notas:

[1] Lanegra, I., (2017), ¿Qué es el cambio climático? Calentamiento global y sociedad, Capítulo4: ¿Por qué es tan difícil actuar con inteligencia climática? Lima, Perú: Editorial Planeta

Comentarios